lunes, 8 de octubre de 2018

La certeza del reencuentro...

Mi amor:

Quiero que estés acá, como antes.
Pero sé que eso ya no es posible.
Asumir lo irremediable no hace que te extrañe menos ni que deje de doler...
Pero trae paz y serenidad.
No volveremos a vernos en esta vida. Al menos no como antes. No en esta vida. 
Pero tengo la certeza de que volveremos a vernos... Y hacia allá camino, peregrino.
No sé el porqué de tu partida, pero tengo certeza del reencuentro.
Y eso ayuda. Claro que ayuda.
El dolor es parte de la vida.
La muerte es parte de la vida.
Tu muerte. Mi dolor. Mi vida que se parte...
Pero no todo termina con la muerte.
Y el dolor es signo del amor.
Y la vida sigue, porque amamos la vida.
Me enamoré de vos, porque amo la vida.
Y el amor es para siempre...
Y la vida sigue...
Y acá estamos, con Lu y Nico. 
Anoche nos quedamos durante la madrugada hablando de vos, y hablando con vos.
Tantos recuerdos, tantas anécdotas. Tanta vida vivida.
¡Cuánta felicidad compartida!
Y ya no estás... O sí, pero de otra manera.
Y no es lo mismo, pero es mejor a que no estés.
Y saber que seguís estando, y que nos estás esperando, renueva las fuerzas para el camino.
Duele. Claro que sigue doliendo.
Te extraño. Te extrañamos. Y mucho.
Tu ausencia dejó un vacío imposible de llenar.
Sos, por siempre, irreemplazable.
Y te necesito. Y te necesitamos. Pero más que eso...
Y deseo seguir compartiendo esta vida con vos. Y deseamos eso...
Pero no. Ya no se puede. 
Irrumpió la muerte. 
Misteriosa muerte.
Y ante el misterio no sirve de nada hacerse preguntas o buscar respuestas.
No es porqué y para atrás... Es para qué y para adelante.
Tiene que ver con la Fe. 
Tiene que ver con el Sentido.
Y por eso seguimos caminando. Juntos.
Porque amamos la vida.
Porque te prometimos ser felices.
Porque cada día nos lo prometemos a nosotros mismos: ser felices.
Como se pueda. A pesar del dolor. A pesar de tu ausencia...
Y vamos por nuestros sueños. Y también, porqué no, por los tuyos.
Siempre hay proyecto que nos invite a caminar.
Y por eso caminamos, peregrinamos.
Hacia tu encuentro.
Poné el agua para el mate...
Que vamos construyendo historias para compartir con vos en interminables charlas.
De esas que tan bien nos hacían.
De esas que nos llenaban el alma.
De esas que nos hacían arder el corazón.
De esas que hacían volar las horas.
De esas que nos reconfirmaban cada día que habíamos acertado el rumbo...
Te extraño.

Te amo.
Gracias... Vos sabés porqué.

3 comentarios:

  1. T comprendo tanto,sos valiente al publicarlo xq no todos han llegado a un amor como el d Uds,ni tampoco tienen la Fe Y Esperanza q vos tenés.Cuánto bien les hacés a Lu y Nico! Todo lo q aprenden con solo estar a tu lado.
    Mary lo sabia por eso se fue en paz

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  2. Todos la extrañamos enormemente . Si pudieramos volver atras y cambiar las cosas !!! Pero la vida sigue. La tuya y la de tus hermosos hijos. Por los q hay q ser muy fuerte. Te quiero y t admiro enormemente.

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  3. Que forma bella de recordar...esa es la fortaleza que yo también encuentro en los seres que se adelantan..bendiciones para esa hermosa y sólida familia

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