Anoche
tuve un sueño. En realidad creo
tener uno o más sueños todos los días o ¿acaso se puede vivir sin
soñar?. No lo sé, pero de lo que estoy seguro es que para soñar
hay que estar vivo. Es más, puedo asegurar que esa es la única
condición, el resto depende de nosotros.
Dicen los
psicoanalistas que en el sueño se hacen presentes contenidos que
estaban en el inconsciente. Es decir, aquello
que estaba guardado muy dentro de nosotros, que tiene que ver con
nuestro pasado, se hace presente en un momento determinado. También
dicen que esto, a saber, lo que he explicado anteriormente, nos
libera en vistas de lo que nos queda por vivir. Lo
que en un momento era pasado, se hizo presente y dio lugar a un nuevo
futuro. Vale aclarar que toda su
teoría sobre este tema tiene como supuesto básico que sólo se
puede
soñar dormido.
Hay momentos en
nuestra vida en que recordamos hechos pasados “sin quererlo” y no
sabemos por qué. La palabra recordar viene del latín, res
(cosa) cordis
(corazón), es decir, lo que recordamos son las cosas que están
guardadas en nuestro corazón. Por lo tanto, aquello
que estaba guardado muy dentro de nosotros, que tiene que ver con
nuestro pasado, se hace presente en un momento determinado. Muchas
veces, esta re-lectura de algunos hechos vividos nos lleva a
emprender nuevos proyectos con respecto a la vida que tenemos por
delante. Lo
que en un momento era pasado, se hizo presente y dio lugar a un nuevo
futuro. Como se ve, se puede soñar
despierto; esta teoría no hace más
que confirmar la hipótesis enunciada en el primer párrafo: la única
condición para soñar es estar vivo.
Anoche
tuve un sueño. Recordé algunas
charlas que tuve con la persona que amo. No me pidan que explique
porqué, porque no lo sé, pero si quieren saber para qué,
pregúntenle a Dios, o sigan leyendo este humilde relato. Recordé
las veces que hablamos sobre nosotros, el matrimonio, el hogar, la
familia y los hijos; sobre todo recordaba las charlas que tuvimos
sobre nuestros hijos. aquello
que estaba guardado muy dentro de mí, que tiene que ver con mi
pasado, se hizo presente en ese momento. El
pensar en eso me llevó a imaginar un futuro, no muy lejano, donde
estuviesen mi Amor, nuestro primer hijo, yo y el Gran Amor. Es decir:
Mary, Tomy, Javi y Dios. Lo
que en un momento era pasado, se hizo presente y dio lugar a un nuevo
futuro. Fue el sueño más lindo de
mi vida y por esta razón quiero contárselos.
“Desde
mi ventana veía a Dios que estaba en el cielo dialogando con una de
sus creaturas. Más que creatura era creaturita y al parecer era un
bebé muy pero muy chiquitito. Parecía recién salido de las manos
del creador porque era hermoso. En cuanto comenzó a hablar, reconocí
su voz: era Tomy, nuestro primer hijo. En ese momento empezó un
diálogo con Dios que quisiera transcribirles fielmente:
Tomy:
Me vas a enviar muy pronto a la tierra... pero ¿cómo viviré tan
pequeño e indefenso como soy?.
Dios:
Entre muchos ángeles escogí uno para ti que te estará esperando,
él te cuidará.
T:
Pero dime: aquí en el cielo no hago más que cantar y sonreír, eso
basta para ser feliz.
D:
Tu ángel te cantará y te sonreirá todos los días, y tú, sentirás
mucho amor y serás feliz.
T:
¿Y cómo voy a entender lo que la gente me hable? Si yo no conozco
el extraño idioma que hablan los hombres.
D:
Tu ángel te dirá las palabras más dulces y tiernas que puedas
escuchar, y con mucha paciencia y cariño, te enseñará a hablar.
T:
¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?.
D:
Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar.
T:
He oído que en la tierra hay hombres malos, ¿quién me defenderá?.
D:
Tu ángel te defenderá, incluso a costa de su vida.
T:
Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
D:
Tu ángel te hablará siempre de Mí, y te enseñará el camino para
que regreses a mi presencia... aunque yo estaré siempre a tu lado.
En
ese momento reinaba una inmensa paz en el cielo (como toda la
eternidad), ya se oían voces terrestres y el Señor estaba por
enviarlo cuando Tomy le preguntó suavemente:
T:
Dios mío, si me voy dime su nombre, ¿cómo se llamará mi ángel?.
D:
Su nombre es Mary, pero tú le dirás MAMÁ”.
Estoy
convencido que la razón por la cual tuve este sueño tan hermoso es
esa dulce frasecita que me repite mi amada cada vez que me voy de su
casa en horario nocturno: “Que
sueñes con los angelitos”.
En mi vida no hay otros angelitos que ella y nuestros hijitos.
* Guardo el original de este texto que le escribí a mi novia hace 20 años, para el día de la madre, cuando lo festejábamos a cuenta...
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