sábado, 25 de enero de 2020

La Tregua

Siempre le digo a mis alumnos que, del secundario, me arrepiento de dos cosas (quizás entre tantas otras): no haber estudiado más Historia y no haber leído realmente los libros que me daban en Literatura.
Este verano, sin buscarlo, me encuentro saldando parte de esa deuda (para conmigo mismo). Pero en vez de (re)leer los libros que me dieron a mí, estoy leyendo los libros que Mary leyó en su 4to año. Sus compañeras, tal vez, puedan corroborarlo (y agregar algún otro a mi lista).
No fue planeado. Ya les conté cómo llegué a "El amor en tiempos del cólera". Ahora me traje "La tregua" de Mario Benedetti. Buscando en la biblioteca, en la misma sección, otra novela, me llamaron la atención tres lomos iguales. Eran los tres de una colección del autor. "El amor, las mujeres y la vida" (de los libros de poemas que más me gustan), otro que ahora no recuerdo y mi elección final. Al verlo, evoqué de inmediato una escena de marzo de 1998 (mes en que nos dijimos "te amo" por primera vez). Mary y una amiga, esperando para entrar al recital de Eros Ramazzotti, conversando sobre el libro en cuestión porque lo tenían que leer para el cole.
No recordaba la historia de la novela, aunque sí la existencia de una película argentina basada en ella. Tomo el libro, ojeo la contratapa y noto que el personaje principal es un viudo. En ese mismo instante guardé el libro en la mochila y acá andamos, leyéndonos... 👣💕📖

sábado, 18 de enero de 2020

El amor en tiempos...


Es jueves a la noche. Al día siguiente me voy a pasar unos días a una quinta. Entre todos los preparativos me está faltando elegir un libro para llevarme. "Política y Filosofía, no", me dije. "Vamos a relajar". Es que no podría leerlos sin estar marcando, anotando, releyendo, repensando. Opté por ir a mi biblioteca de Literatura. Hace tiempo me propuse leer menos cuentos y más novelas, por lo que el género estaba decidido. Y ahora, en la etapa final de escritura de mi novela, buscaba algo que me inspire y, a la vez, me oriente. Quizás que me ayude a terminar de pulir el estilo.
He leído muchísimo a lo largo de mi vida. Pero también soy consciente que me falta muchísimo. Y sé que no voy a leer todo lo que quisiera. La vida es demasiado corta comparada a los libros que deseo leer. La biblioteca se va ampliando con cada nuevo libro que compro, aunque cada vez soy más selectivo: trato de adquirir lo que voy a leer en el momento. Sin embargo, cientos de libros ya incorporados en otras épocas, como apuesta a futuro, siguen allí, en los estantes, esperando.
¿Cómo elegir mi siguiente lectura de verano? Me puse a observar la biblioteca. Primero llamaron mi atención aquellos libros que ya había leído. Luego pasé a mis deudas literarias, pero un Dostoievski me pareció mucho. Entonces un lomo celeste captó mi mirada. La secuestró. "El amor en tiempos del cólera". Había leído un par de libros de Gabo en el secundario lo que, lamentablemente, me hizo odiarlo. "Crónica de una muerte anunciada" y "Cien años de soledad" implicaron arduos TPs de esos que te sacan las ganas de todo. Pero quise darle una nueva oportunidad, y más dsps d haber escuchado una recomendación de Silvio Rodríguez un rato antes en un viejo reportaje.
Tomé el libro y cayeron unas hojas. "Mierda", exclamé. Eran hojas de otro TP escolar. No mío. Y en ese instante, que fue eterno, recordé una conversación con Mary. Ella lo había leído en el cole y le había gustado. Al fusionar bibliotecas, ya casados, lo habíamos charlado.
Y acá estoy, en la quinta, leyendo... 👣💕📖 @ La Reja, Buenos Aires, Argentina


lunes, 6 de enero de 2020

Transporte


Desde ahora mismo y aquí
Hacia donde quiera que estés
Parte de mi alma
Parte a tu encuentro
Sabes que te llevo dentro mío
Igual que yo sé que tu me llevas dentro
Se trata de un leve pulsar
Que se abre camino hacia tí
Cruzando las estaciones, constelaciones
Los momentos
Digo que esta vida es llevadera
Sólo porque sientes tú
Lo que yo siento
Donde tu estás
Yo tengo el norte
Y no hay nada como tu amor
Como medio de transporte
En este instante
Precisamente
Más canto y más te tengo yo
Presente
Más te tengo yo presente
 

Sueño de una Noche Estrellada de Verano

Es de noche. El cielo estrellado me tiene hipnotizado. Sopla una suave brisa que calma mi espíritu. Un aroma familiar lo invade todo. Tomo un mate. Y otro. Respiro aire puro e intento que recorra todo mi cuerpo. El tiempo pasa lentamente, o más despacio que de costumbre.
Una estrella brilla más que las demás y capta mi atención. La oscuridad de la noche se va iluminando a medida que me demoro en observar esa estrella. Parece que se mueve. O soy yo. O somos los dos. Aparecen unas nubes que pasan cerca, tapando otras estrellas. El cielo ya no está despejado, pero mi estrella sigue brillando. ¿Será la luz de una estrella que ya se apagó?, me pregunto.
Estoy sentado en una reposera azul. Miro alrededor y creo reconocer un patio gris. Al fondo veo algo de verde, como un pequeño jardín. Vuelvo a elevar los ojos al cielo y mi estrella sigue ahí, fiel, brillando. Esa estrella me invita a mirar al cielo nuevamente, y se lo agradezco con una sonrisa cómplice.
De pronto esa estrella se convierte en un ángel, y las nubes que la rodeaban se transforman en unas cataratas. Me lleno de paz. Una hermosa sensación que, ojalá, no se vaya nunca. Y me tomo otro mate. Y el ángel cierra los ojos, eleva sus brazos, y disfruta el sentir las gotas de agua que besan su rostro. Y experimento algo que puedo nombrar, a tientas, como felicidad. Casi que yo también siento el agua mojando mi cara...