jueves, 24 de enero de 2019

Madre de la Luz

Hace tiempo que venimos organizando el viaje a Salta. La fecha, en cambio, se terminó definiendo a último momento. Y finalmente salimos un 23/1 para volver, si todo se da de acuerdo a lo planeado, el 1/2 a la noche. En algún momento pensé que íbamos a volver el domingo 3, por lo que saber que llegamos el viernes me alegró al poder participar de la Fiesta de Ntra. Sra. de la Candelaria el 2/2 en Floresta. ¿Y por qué me alegró?.
Soy devoto de varias advocaciones de la Virgen María.Y más allá de explicaciones teológicas, sabiendo que es la misma, hay algunas que son más cercanas a mi corazón: Luján, Guadalupe e Itatí, principalmente. También Ntra. Sra. de la Salud y Ntra. Sra. del Perpetuo Socorro. Por recuerdos valiosos y hermosos, la Virgen del Milagro. Y desde hace algunos años rezo cada día: “Madre del Pueblo. Rogá por Nosotros”. Pero con el pasar de los años fui descubriendo la presencia cada vez más importante en mi vida de Ntra. Sra. de la Candelaria.
En 1997, con Mary, siendo amigos, varios domingos a la noche íbamos caminando hasta La Candelaria para participar de la Misa y, al finalizar, volvíamos caminando. Lo hacíamos porque por allí vivía Vale, nuestra mejor amiga por entonces. Solíamos ser 4, con la presencia de Mauro, nuestro mejor amigo de aquellas épocas, y pareja de Vale a la vez.
En 1999, ya de novios, estando en 5to año, Mary fue catequista de preparación para la comunión en Candelaria. Creo que la invitó una compañera de curso, del Espíritu Santo. Lo cierto es que fue una experiencia muy linda que ella valoró mucho. Recuerdo haberla acompañado a misa muchas veces y, obviamente, el día de la Primera Comunión.
En agosto de 2010 hice mi primera suplencia de unos meses en la secundaria del Colegio de La Candelaria. Al año siguiente, 2011, trabajé otros tantos meses en la primaria. Durante 2012-2013 volví como Director de Estudios en nivel medio. En 2016 estuve la primera mitad del año en el Equipo de Orientación Escolar. Y en 2019 será mi quinta etapa, mi 5to regreso. Como un volver a casa, a uno de mis tantos hogares. Es que, como dice Tejada Gómez, “uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida”.
El 26 de junio de 2011 bautizamos a Nico en La Candelaria. Una de las razones fue “nuestro altar”. Ese que se encuentra al fondo, ni bien entras, mirando el altar mayor, a la izquierda, del lado del cole. Ese altar donde está Santa Lucía, San Damián y Ntra. Sra de San Nicolás. Nicolás Damián y Lucía, nuestros dos hijos, presentes. El altar que intento elegir cada vez que voy al templo.


En enero de 2013 nos fuimos a Andacollo, Neuquén, con la parroquia. Ir a misionar, algo que había marcado nuestra vida de fe cuando éramos novios, ahora se hacía realidad como familia. “Ir a misionar”, en realidad, fue un ir a compartir la vida y la fe, como comunidades hermanas.
El 2 de febrero de 2013, el entonces Cardenal Jorge Bergoglio presidió la Misa por la Fiesta de la Candelaria. Y en un momento único, inolvidable, Mary pasó para la bendición de Lu y Nico. Y quien un mes después sería el Papa Francisco, les impuso las manos. Años más tarde, el P. Julio, quién estuvo en la Parroquia todos estos años de los que vengo dando cuentas, y que en estos últimos años se convirtió en mi acompañante espiritual (y más), me hizo llegar una foto de ese momento, sacada vaya a saber uno por quién. La vio y me la mandó.

Y durante este tiempo seguimos participando, como familia, de las Fiestas de La Candelaria y también de San Cosme y San Damián. Y también, algunos años, Miércoles de Ceniza, Semana Santa, Pascua, Navidad y Año Nuevo. En algunas ocasiones, para la Fiesta de la Sagrada Familia. Pero nunca tan intensamente como la última, el domingo 30 de diciembre de 2018, pasando los tres, ya sin Mary físicamente entre nosotros, a llevar las ofrendas. “Una espada te atravesará el corazón”, le dijo el viejo Simeón a María.
Nuestra Señora de la Candelaria es la Madre de la Luz. Elena y Lucía, los nombres de las mujeres más importantes de mi vida, etimológicamente remiten a “la luz”. “Ahora Señor, puedes dejar que tu servidor muera en paz, como lo habías prometido, porque mis ojos han visto la salvación que preparaste delante de todos los pueblos: LUZ para alumbrar a las naciones y gloria de tu Pueblo”.
Y algo más. Cuando les conté a Lu y Nico que volvía a La Cande, me dijeron: “¡buenísimo! Vamos a volver a ver seguido a Fer, Sil, Cami y Rochi”. Porque la vida compartida con gente querida siempre es más linda...
Y ya en el viaje, camino a Salta, me llegó un mensaje de Sil recordándome que empezaba la novena el 24, y con los horarios de misa. Mi respuesta fue la foto del librito con la novena, y la ruta de fondo. Es que hacia fin de año, guardando cosas de Mary, encontré en una cajita con recuerdos ese librito. Y lo dejé en mi mesita de luz, para tenerlo a mano cuando empiece la novena. Antes de salir, sabiendo que del 24/1 al 1/2 iba a estar en Salta, lo guardé en la mochila. Y hoy, jueves, empecé la novena: “Madre buena de la Luz, tomanos de la mano, iluminá nuestro camino, mostranos a Jesús”. Amén.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario