lunes, 15 de febrero de 2021

Memorias de un viudo

«Es momento de comenzar un nuevo libro», me dije. Tengo varios en lista de espera y recién cuando termino el que estaba leyendo decido con cuál seguir.

Ayer fue un día muy especial: presenté mi novela –la primera- en un concurso –el primero-. La convocatoria abrió a fines de diciembre y yo elegí, con la potencia del símbolo, el Día de los Enamorados como fecha para subirla a la plataforma. Por eso terminé la última revisión el día anterior antes de irme a dormir. Otro dato que les llamará la atención a las y los que ya la leyeron, y descubrirán más adelante los y las que vayan a hacerlo, es la fecha de cierre del concurso: 18 de febrero.

Terminé de corregir la novela el mismo día que finalicé la lectura de “Ciudades de papel”, el libro de John Green que venía leyendo. Por eso hoy, 15 de febrero, estoy en condiciones de comenzar un nuevo libro. ¿Cuál elegir? Siendo que la lectura me lleva a escribir, me decido por aquel que más puede colaborar al nuevo proyecto: la continuación de la saga prometida. De “Vale la pena (Diario de alguien que ama)” pasaremos a “Valió la pena (Diario de alguien que espera)”. Al menos es el título que se me ocurre por ahora. Muchos de los textos del blog serán parte de esta nueva novela. Y por eso elijo leer “Memorias de una viuda” de Joyce Carol Oates.

Me preparo el lugar, ubico la reposera, el ventilador, me pongo cómodo y empiezo… “15 de febrero”. Así comienza. Así como leen. Una más de esas diosidencias o jesualidades de mi vida. ¿Año? 2008. El mismo sobre el que estuve escribiendo al hablar de Baradero. Nada. Eso. Dejo acá y me voy a seguir con la lectura…

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