sábado, 25 de mayo de 2019

Sobre nuestro amor, el compromiso y las Fiestas Patrias...

25 de Mayo. Fiesta Patria. Fecha importante para nuestro país y también para nuestra pareja. Como el 9 de Julio... De hecho, en un mes y medio (09/07/2019) se van a cumplir 15 años del día que celebramos nuestro matrimonio con Mary ante/entre familiares, amigos y Dios. Recuerdo que me casé con escarapela. Mary se plantó y no aceptó que cantemos el himno en la misa, pero terminamos negociando en rezar la oración por la Patria.
Sin embargo hoy es 25 de Mayo. Es el aniversario de nuestro compromiso (también de mi bautismo, pero no viene al caso). “¿Cómo? ¿No se habían comprometido un 12 de enero?”, podrá decirme algún seguidor de este blog. Es que el 12/01/2004 nos comprometimos públicamente en una cena familiar. Pero había un antecedente: el 25/05/2001, a solas, ya nos habíamos comprometido. Con anillos y todo...

A partir del 9/04 me empezaste a mandar una serie de mensajes ocultos en estrofas raras que concluyeron el 25/05.
El 24 de mayo me pasaste a buscar porque íbamos a salir solos y bien vestidos. Fuimos a cenar al Abasto y después nos fuimos a pasear por la costanera. En una de las escaleras me diste las hojas con todos los poemas desde el 9/04 que en total fueron seis (9/04; 3/05; 9/05;18/05; 23/05; 25/05). Terminaba con la frase “hoy es nuestro...” y en ese momento te pregunté nuestro qué y vos sacaste una bolsita azul y de adentro dos anillos, y me pusiste uno en la mano y yo te puse uno a vos. Ese día nos comprometimos y para mí fue una de las noches más importantes de mi vida; además del romanticismo que revistió toda la noche.”

Cuando me pongo a releer una carta, como acabo de hacer en esta ocasión, me resulta imposible no leerla toda. Y así, siguiendo la lectura, releo que esa misma carta termina diciendo...
Sé que fuimos muy felices durante estos años y creo que seremos felices en los años que vienen; cuando lleguemos a viejitos y nos miremos a los ojos vamos a poder decir: Te amo y qué feliz que fui a tu lado. Y en ese momento no sabré “si el cuerpo mío continúa por tus manos y es mi sangre lo que escucho en tus latidos”(gracias Copani).
No llegamos a viejitos, y quizás es una de las cosas que más duelen. Pero sí pudimos decirnos “Te amo y qué feliz que fui a tu lado”, y hoy es su cuerpo el que continúa por mis manos, y es su sangre la que escucho en mis latidos...

¿Te quedaste con ganas de leer esas misteriosas estrofas raras que le fui enviando desde el 9/4 al 25/5? No esperes mucho... Acá van.

9/4

Uno más dos son tres,
Comentaban los transeúntes.
Falta poco más de un mes,
¿para qué? Ni me preguntes.


3/5

Tengo un gato siamés,
Espero que no se gaste.
Ya falta menos de un mes,
¿todavía no adivinaste?

Esta vez te va otra pista
Para que puedas adivinar.
Tenés que ser más lista,
Tenés que ponerte a pensar.


9/5

Ya falta poco tiempito
Para que llegue aquel día;
Con más énfasis repito:
¡Para que llegue aquel día!

Que el auto pinchó un neumático,
Si te digo te miento;
Que tipo tan enigmático,
Pensás en este momento.

Una estrofa en la primer poesía,
La segunda vino con dos.
En esta tercer poesía
Hago una más que dos.


18/5

No me hago el misterioso,
Mas si me vas a apurar,
Como dijo Yogui el oso:
Te mando bien a limpiar.

Vos no tenés hermana
Mi viejo tampoco tiene.
Falta sólo una semana
Para ver lo que se viene.

Que cosa más ocurrente,
¡ay! que poesía tan loca.
No es bueno cantar “presente”,
Ni “living la vida loca”.

De la escarapela es el día,
Hoy dieciocho de Mayo.
Vas a ver cuanta alegría,
El veinticinco de Mayo.


23/5

Ya faltan sólo dos días
Para que llegue el día esperado.
Vos tenés muchas tías,
Y tu papá es el cuñado.

Seguro te has enterado
De que se trata el asunto.
Todo junto va separado,
Y separado va todo junto.

Vos estás fenomenal
Y tenés tremendo lomo.
Si digo que es carnaval
Vos tan sólo apretá el pomo.

Disculpá flor de guasada,
No quise ofender, ni quiero.
Si vas a hacer ensalada,
Que no tenga mucho huevo.

Que cosa disparatada,
Lo que dicta en mí la diosa.
Vos esperá sentada
Que te regale otra rosa.


25/5

Un veinticinco de Mayo
La Patria nuestra nació.
Fue el primer gobierno patrio,
También la revolución.

Pasaron casi dos siglos
De aquella histórica hazaña;
Ahora somos una mosca
Y los yanquis la telaraña.

No quiero ser aburrido
Con este poema de historia.
Y como dijo Pumpido
Que bien que juega Adrián Coria.

A esta altura ya no sé
Por qué te escribo incoherencias,
Será porque hay algo nuevo
De lo que no tengo experiencias.

Hoy es veinticinco de Mayo,
Mas si festejo no es por historia,
Es que hoy es un día feliz
Que grabaré en mi memoria.

Tal vez es mucho preámbulo,
Y es mejor pedir permiso
Para decirte sin vueltas
Que hoy es nuestro ..........

jueves, 16 de mayo de 2019

Mayo del 97

Así comienza el segundo capítulo de la novela...

II

Esta historia comienza un 3 de mayo de 1997. El Movimiento donde me encontraba, JuvenCor, organizaba un retiro abierto de la comunidad de mayores para el que se invitó gente de distintos colegios: San Rafael (mi colegio), Carlos Steeb y Espíritu Santo. Allí la conocí. Ella, sin embargo, a mí no me junaba. El único dato que tenía sobre mí era que, en ese mismo retiro, un salame se había cortado el brazo atravesando un vidrio. A lo sumo sabía que me decían “el Tano” y era compañero de curso de su hermano.
A la semana siguiente hubo un baile en el colegio. No puedo olvidar su jean negro y su remera blanca. Hasta ese momento era una más. Una más, pero muy linda. No llegaba al metro sesenta por lo que podría decirse que es bajita. Dicen que todo lo que viene en frasco chico es bueno, excepto el veneno. Con sólo verla uno cae en la cuenta que derrocha simpatía. Pero no es de las famosas simpáticas, porque además es hermosa. Sus facciones faciales me resultaron perfectas. Su sonrisa, desde aquel día, me puede. Su figura me obligaba a detenerme y contemplarla. Pero, aunque muy linda, seguía siendo una más. Allí mismo, en ese baile, su prima me invitó al cumpleaños de quince de Ella que era el sábado siguiente.
El 17 de mayo asistí, junto con varios amigos, a su fiesta de quince. Recuerdo su entrada y su sorpresa al verme. En realidad se sorprendió porque no sabía nada de la fiesta. Y tampoco fue al verme, sino al ver a tanta gente. Es más, sospecho que no me vio. El cumpleaños pasó, para mí, sin pena ni gloria. Tampoco, quiero aclarar, buscaba nada... todavía. Todavía... le debo el regalo.
-Siga contando -me dijo el Monje.
-¿Quién iba a predecir que, tiempo después, estaría perdidamente enamorado de Ella? –comenté.

Retiro de Juvencor (03/05/1997)

"Recuerdo su entrada y su sorpresa..."
(17/05/1997)

Una de las fotos de su Fiesta de 15 en la que ambos aparecemos
(17/05/1997)

martes, 14 de mayo de 2019

¡Feliz Vida!

14 de Mayo de 2019

Mary:

Desde hace más de 20 años que cada 14 de mayo te escribo una carta, y hoy no va a ser la excepción.
Es cierto que solía iniciarlas con un “¡Feliz Cumple!” pero me parece que ya no va. Igualmente me tomé la costumbre en estos últimos meses de saludar diferente a las personas en el aniversario de su nacimiento. Les mando un “¡Feliz Vida!” y eso sí que va.

¡¡¡FELIZ VIDA!!!

En varias cartas, principalmente las de aniversario de amigos o novios en estos últimos años, solíamos celebrar que ya teníamos más años juntos que los que habíamos vivido sin conocernos. Y siendo que te conocí cuando tenías 14 años (sin considerar nuestros encuentros furtivos en los arbustos de la plaza cuando éramos niños) puedo decir que este año, al cumplir 15 de casados, también podríamos haber dicho lo mismo con nuestro matrimonio. Pero no.
Y en las cartas de cumpleaños, tuyos y míos, era bastante frecuente, como cierre, desearnos llegar a viejitos juntos, tomados de la mano, enamorados y felices… Y tampoco.
Muchas veces durante el noviazgo como un sueño posible y deseado, y muchas veces como padres, nos escribíamos en las cartas lo orgullosos y felices que estábamos por nuestros hijos. Y eso sí. Lu y Nico siguen dándonos motivos de sobra.
Y por último, en todas y cada una de las cartas desde aquel 18 de marzo de 1998, siempre estaba presente el “Te Amo”. Igual que hoy. Porque sé que nos seguimos amando por la eternidad. Te Amo.

Desde tus 15, cuando todavía ni siquiera éramos amigos, hasta tus 36 hace exactamente un año, compartimos todos y cada uno de tus cumpleaños. Y hoy es, desde que nos conocemos, tu primer aniversario de nacimiento sin que estés físicamente entre nosotros. Y te extraño.
Extrañar no es estar vacío sino estar lleno de alguien que se hace presente a pesar de la ausencia”, porque “cuando los que amamos parten de este mundo dejan de vivir con nosotros para vivir en nosotros”. Y así lo vivo cada día. Por eso te extraño tanto. pero tanto. Lo sabés. Y, a la vez, nos deseo ¡Feliz Vida!. Te Amo. (Sí, ya sé que vos también me seguís amando. Gracias).

Hace 21 años, en tu primer cumple como novios, nos comprometíamos a empezar y terminar el día juntos... y a casarnos, y a formar una hermosa familia. Todas promesas cumplidas.

Primer regalo de cumple que te hice (1998), porque el del 15 todavía te lo debía me decías...
Regalo que sigue presente todavía hoy en nuestra pieza.

14 de mayo de 1998
(primera foto juntos como novios, según decías siempre vos)

14 de mayo de 2005, con Lu en la panza

14 de mayo de 2013, con Lu y Nico

14 de mayo de 2016, los 4 juntos

14 de mayo de 2017


14 de mayo de 2018, tu último cumple

lunes, 13 de mayo de 2019

Todavía te sigo llorando...

Mi amor:

Todavía te sigo llorando...
9 meses de aquella madrugada donde escuché tu voz, en vivo, por última vez.
9 meses de aquel nuestro último beso.
9 meses de aquel último “te amo” y “yo también te amo”.
9 meses de haberte dado el calmante, ayudado a acostarte y haberte tapado.
9 meses de aquel día en que te dormiste y ya nunca más despertaste.
9 meses de aquel 13, del mes de agosto, pero también lunes.
9 meses de esa jornada de largas e intensas despedidas.
Y todavía te sigo llorando...

Hace 8 meses escribía: “Y no sabés cómo pero, de repente, sentís algo que podés llamar ausencia. O la presencia de esa ausencia. Que te invade. Te asalta a partir de un recuerdo. O de la nada, tal vez. Surge de las entrañas y sube por tu pecho. Se aloja en tu garganta y te quema. Te ahoga. Se te pone la piel de gallina. Te cuesta respirar. Todo se hace relativo, se redimensiona y queda chico. Muy chico. Nada parece tener sentido. Se te aceleran los latidos del corazón. Y duele. Te extraño, mi amor... Te extraño mucho. Lloro. Lloro angustiado. Pero sigo por vos. Por vos, por Lu y por Nico. No sé cómo. Pero sigo...”.

Todavía te sigo llorando...
Es cierto que ya no es tan seguido... pero también es cierto que cada llanto sigue siendo intenso. Y durante el mes de mayo, las lágrimas andan asomando con bastante frecuencia.

A esta altura ya sé que hay fechas y lugares que me van a pegar duro. Y te juro, vos lo sabés, que hago lo que puedo por llegar un tanto armado. Por ejemplo, mañana. Es 14 de mayo. 9 meses de tu partida. Y el día de aniversario de tu nacimiento. Mary , hubieras cumplido 37 años.
Pero aunque la vea venir, igualmente duele. Y cómo duele.
Sin embargo, últimamente me viene sorprendiendo el llanto en fechas y lugares inesperados.
Entrar y recordar que apenas un año antes éramos 4 sentados en esos bancos, y ahora vamos a ser 3... porque vos no estás físicamente entre nosotros.
O sentirme mal y darme cuenta que no estás para cuidarme, mimarme, ni para ocuparte de los chicos mientras intento recuperarme.
Hasta intentar tomar ese mismo calmante que te dí en esos últimos minutos juntos, y no poder hacerlo por la carga emotiva del recuerdo.
Fechas, lugares, canciones, recuerdos, señales, sueños, palabras, personas...

Ya pasaron 9 meses...
Y todavía te sigo llorando.

María de la Sonrisa


El 13 de mayo de 1883 la Virgen María curó a Santa Teresita del Niño Jesús, en cierto momento de su infancia, cayó en un estado de tristeza y angustia muy preocupante, luego de la muerte de su madre. Su hermana Paulina fue su segunda mamá, pero a los pocos años ingresa en el Carmelo, Santa Teresita se sintió abandonada y deprimida. Su familia y el Carmelo la encomendaron a la intercesión de la Virgen María.
“De repente, la Santísima Virgen me pareció hermosa. Pero lo que me llegó hasta el fondo de mi alma fue la encantadora sonrisa de la Santísima Virgen”, dijo Santa Teresita al ver la imagen de la virgen que le sonreía. Desde aquel día, dicha imagen será conocida y recordada como la Virgen de la Sonrisa, nombre que le puso la misma Teresita.

"Soy mejor, cuando una Madre como vos me mira, estoy bien si estás dentro de mí, María, es más fácil, si una Madre como vos me guía, aunque sé que no merezco tu inquietud, María... María de la Sonrisa, enséñame tú a vivir, mi alma está entristecida si estoy tan lejos de Ti, María de la Sonrisa, enciende tu amor en mí la vida es tan dura a veces que sólo te sé pedir... La ternura de una Madre como Vos, alivia y aunque a veces yo me caigo, me alentás, María, en la noche de mi vida me alumbrás, María... y así siento renacer mi corazón sin vida... María de la Sonrisa visítame en el dolor, que sea para mi gente, una señal de tu amor, María de la Sonrisa, acércame Tú al Señor, María, si me sonríes, sonríe mi corazón... María de la Sonrisa, enséñame tú a vivir, mi alma está entristecida si estoy tan lejos de Ti, María de la Sonrisa, enciende tu amor en mí la vida es tan dura a veces que solo se te pedir... María, si me sonríes, también puedo sonreír..."