martes, 2 de julio de 2019

Seguir adelante...

Era abril del 98, estábamos en la esquina de Arregui y Victor Hugo, y te dije: "quiero que mis hijos tengan una madre como vos". Fuerte. Atrevido. Éramos apenas unos adolescentes jugando al amor. Llevábamos 2 meses de novios. Pero qué bien que estuve... Hay mil razones que avalan mi temprana intuición, corroborada cada día de los siguientes 20 años, especialmente estos últimos casi 15. Una de esa razones tiene que ver con la foto que encabeza este posteo y que nos sacamos hace exactamente 6 años, el 2 de julio de 2013.
Desde agosto del año pasado que mucha gente nos dice a Lu, a Nico y a mí que hay que seguir adelante. Y obviamente que sí, aunque no es nada fácil. Pero sabemos que vos también, de diversas maneras, nos venís diciendo lo mismo. Y ahora, con el tiempo, me doy cuenta que algunas cosas ya me habías dicho en los últimos meses que compartimos... cuánta claridad, te sigo admirando. Así y todo, uno de los grandes motores que nos dejaste fue tu ejemplo. 
Ese 2 de julio de 2013 nos dijiste, nos confirmaste, nos mostraste que siempre hay que seguir adelante. Sé todo el esfuerzo que hiciste para poder recibirte en esa profesión que amaste y pudiste ejercer con pasión. Tenías varias opciones para elegir tu carrera. Finalmente empezaste la Lic. en T.O., te cambiaste a Medicina y volviste. Nos casamos. Nació Lu. Nació Nico. Y siempre seguiste adelante, sin dejar de vivir la vida desde tu ser (una fabulosa) esposa y madre. Una semana después de tu partida, una de tus compañeras de la universidad me escribió lo siguiente: "Ella siempre me pareció un ejemplo de que se puede seguir la vocación de servicio y ser profesional, (en nuestro caso como TO) y se puede seguir la vocación de construir una familia; el amor con el que hacía ambas cosas era súper contagioso". Lo releo y vuelvo a llorar... Un gran ejemplo para mí, para Lu, para Nico y para todos los que te conocieron.
Hoy, 6 años después, recuerdo la emoción y tu alegría de aquel día. Y me alegro. Y lloro. Y te agradezco. Porque te sigo admirando y sos mi estrella que me mantiene en camino, orientando para dónde rumbear, desde lo que fuimos y lo que somos, pero sabiendo que, como vos nos enseñaste, siempre hay que seguir adelante.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario