martes, 12 de febrero de 2019

Un 12 de febrero...

Es 12 de febrero de 2018. Me dispongo a preparar la cena para los cuatro y, al abrir la heladera, encuentro zanahorias y unas costillitas de cerdo. Y entendí todo. En un instante, que fue mágico, viajé 20 años al pasado. Y recordé. Y volví a pasar por el corazón. Y sonreí, cerrando los ojos. Y supe que lo nuestro es eterno.
Sin moverme de la cocina, y después de prender el horno, tomé el celular y te mandé un correo. Te iba a mandar un mensaje de whatsapp pero la ansiedad de esperar los dos tildes azules me iba a alterar, una vez más. Y te escribí. Puse de asunto “12/02/98”. Y empecé con un “Hace 20 años...”, para cerrar diciendo: “Y hoy, 20 años después, sin darme cuenta, me encuentro cocinando... Bueno. Vos ya sabés... TE AMO Javi”. En el medio te copié un fragmento de la opereta “Por el Amor de Mary” donde narraba lo sucedido aquel día. Tu respuesta fue inmediata, algo muy raro en vos: “Ya lo sabía. Por eso compré costillitas con zanahoria. Jiji”.

Hoy, 12/02/2019, pasó exactamente 1 año de aquel intercambio de mails. Y me alegra poder recordarlo. Ese último 12 de febrero compartido, algo que en ese momento siquiera imaginaba, 20 años después de aquel 12 de febrero mágico, me dejó de regalo un recuerdo cómplice, feliz, como una muestra más de nuestro amor, de nuestra hermosa vida juntos.

¿Qué pasó el 12 de febrero de 1998? Cito la opereta, porque todavía no llegué a esa fecha en la novela:

El 12/2 Alfredo me invitó a quedarme a cenar en tu casa y comimos una ensaladita de zanahoria rayada que preparaste para mí con unas costillitas de cerdo. En esa cena te mandaste algunos fallidazos como cuando dijiste “estoy esperando a mi otro novio” dando por hecho que yo era el tuyo. Después nos quedamos charlando en el portón de tu casa:... yo estaba apoyado en el marco de la puerta y vos, como siempre, amenazante. Recuerdo que nuestras bocas estaban muy cerca, los latidos de mi corazón se aceleraban, y pensaba en comerte la boca, en comerte el corazón a besos.

Yo siento que me provocas
aunque no quieras hacerlo
está grabado en tu boca
a rojo vivo el deseo
Y casi puedo tocarte
como una fruta madura
presiento que voy amarte
mas allá de la locura
Voy a comerte el corazón a besos
(“Entre la tierra y el cielo” por Los Nocheros)”

Vos, mi vida, también diste cuenta de aquel encuentro. En la famosa y extensa carta que escribiste para la Navidad de 2002, y me terminaste entregando a principios del 2003, contabas:
El 12/02 mi hermano al vernos conversar en la puerta de casa te invitó a cenar y te hice costillitas de cerdo a la plancha con ensalada de zanahoria. Después de que mi hermano se fue a dormir vos te ibas y nos quedamos hablando en la puerta como muchas otras veces, pero ésta tuvo algo especial porque en un momento quedamos más cerca de lo que nunca habíamos quedado, casi podíamos sentir nuestras respiraciones y nuestros corazones latiendo más fuerte que nunca, pero todavía no entiendo por qué no te animaste a besarme y como te sentiste tan cerca te separaste y creo que te fuiste.”

Ese 12/2 faltaba menos de una semana para el 18/2/98, día de nuestro primer beso, día que nos pusimos de novios, mojón fundamental en esta historia de amor que ya lleva más de 20 años... y se volvió eterna.

Seguramente ya sabés qué vamos a cenar...

1 comentario:

  1. Jime y Guille hicieron q grabaran en el mate " Pero el amor es más fuerte".Y encuentro la relación con este hecho,tan simple pero tan maravillosamente mágico ,donde El Amor está x sobre todo lo esperado

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