viernes, 14 de febrero de 2020

Un 14 de febrero...


Es 14 de Febrero. Día de los Enamorados o San Valentín, como les guste. También se cumple un año y medio de la partida de Mary. En un mes que de por sí ya me resulta intenso, la conjunción de ambas fechas impacta más.
El año pasado escribía: “Es el primer Día de los Enamorados que paso sin Mary en los últimos 21 años. Y antes de conocerla nunca había estado enamorado un 14 de febrero...”. Ya es el segundo. 22 años enamorado, 20 con Ella físicamente por estos lados. En el 98 como amiga (4 días después fue nuestro primer beso), luego de novia y el resto de los años como esposa, amante, madre de mis hijos y fiel compañera.
En nuestro último San Valentín compartido posteé en su muro, según me recuerda facebook ¿oportunamente?, un “Yo creo en un amor para toda la vida”. Pero también conservo la carta que le escribí para el Día de los Enamorados cuando todavía no éramos más que “amigos”, muy a pesar de mis intenciones. La releí, una vez más. Y ahí sigue, como testigo eterna de esta historia de amor. Guardada cuidadosamente, amorosamente, por Ella durante 20 años. Junto con ese papel regalo que ocultaba un osito. Sí, el de la foto. El más grande no, ya que ese es de su primer cumple como mi novia. Estoy casi convencido que es el marrón, pero me gustaría que esté Ella para corroborarlo. La otra opción es el blanquito, pero ese debe ser de marzo del mismo año... No, no... Es el marrón.
Aquel 14 de febrero de 1998, con mis 17 años, le escribí mi cuarta carta desde que la conocí, a Ella, con sus 15. La última carta antes de ponernos de novios. Noto que todavía la llamaba “Mariela”, como todo el mundo. Al mes ya era “Mary”, mi Mary. Así como yo era su “Javi”. Y lo seguimos siendo...
¿Qué decía la carta?...

"Mariela:

El motivo de esta carta es invitarte a mi fiesta (no preguntes ¿qué fiesta?). El objeto es festejar el día de los enamorados porque, si no sabés te digo, estoy perdidamente enamorado. Tal vez conozcas a la chica en cuestión: es un poco petisa (¿un poco?), simpática, dulce, alegre, cariñosa, hermosa, inteligente, un poco loca (¿un poco?), además tengo una confianza ciega en ella (creo que ella en mí también), se puede hablar de cualquier tema con ella porque como te dije anteriormente es muy capaz y muy buena consejera, también es re-divertida, imaginativa, espontánea, con un corazón gigante, una mirada que lleva implícita dulzura y cariño (su mirada me desarma), una voz inconfundible que con sólo decir “Javi” acelera los latidos de mi corazón y dibuja una sonrisa en mi cara, unos gestos y unas caras que la distinguen del resto, y un montón de cosas más, algunas indescriptibles, que la convierten en una mujer única y muy especial. Es la mujer que toda mi vida soñé, podría decir que es la mujer ideal. Además ella ocupa mis pensamientos la mayor parte del día, y su recuerdo se me aparece en cada canción, cada frase, todo me recuerda a ella (desde una colita (del pelo) hasta su propia foto). No imagino mi vida sin ella; casualmente mañana se cumplen 6 meses de que la conocí en serio y la empecé a querer. En todo este tiempo la llegué a conocer a fondo y aprendí a quererla muchísimo. La historia no fue todo color de rosa, hubo momentos buenos y malos, lindos y feos, excelentes y desastrozos. El final todavía no lo sé, Dios quiera sea el mejor para los dos. Pero antes de pedirle a Dios, tengo que agradecerle el hecho de haberla conocido y que le haya puesto un sentido a mi vida. Al lado de ella maduré, vencí mi timidez, aprendí muchas cosas de la vida, adquirí el gusto por escribir cartas donde demuestre mis más hondos sentimientos y hasta me inspiró una canción titulada “Agosto del 97”.
El lugar donde se va a festejar es en mi corazón y se pide a la invitada de honor traer un corazón dispuesto y una cuota de amor. La comida será el diálogo y el postre se elegirá en el momento. No me falles, te espero ansioso y con muchísimas ganas de verte. Te pido por favor que vengas, entres en mi corazón y no te vayas nunca. Lo único que me queda por decirte es que te re-contra-requete-re-quiero un montonazo y no te voy a olvidar nunca.

Un beso enorme (de acá hasta el cielo)

Javi

P.D.: Antes de escribirla tenía miedo de arrepentirme después, pero vos me dijiste que te dijera todo lo que sintiera sin guardarme nada, y eso es lo que hice.
P.D.2: Si algo de lo que puse te incomodó, molestó o no te gustó, te pido mil perdones pero no era mi intención.
P.D.3: Espero te haya gustado el osito."


 

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