Es 15 de enero de 1998. Mary, a esa altura, me había rebotado 3 veces (1/11, Navidad y Año Nuevo). En realidad, el único rebote fue el 1/11/97. La de Navidad fue un "mala mía". Era un terrible sí pero arrugé yo primero y después Ella. Y lo de Año Nuevo ya fue de puro gusto...
Hace 10 días que Ella se fue a Mar del Plata. El 5/1 nos despedimos con sentimientos confusos y encontrados. Dicen que el tiempo y la distancia... Pero no. Diez días después decidí llamarla. Por alguna misteriosa razón Ella me había dejado el teléfono de contacto...
"Después viajé un mes a Mar del Plata y
vos seguías pensando, y con razón, que entre nosotros podía pasar
algo y por eso me llamaste allá el 15 de enero. La pregunta es: si
yo no hubiera querido que me llamaras, ¿te habría dejado el teléfono?"
(extracto de la carta que me escribió Mary para la Navidad del 2002)
"El
15/1 te llamé a Mar del Plata y me gasté toda la tarjeta telefónica
del Saltasaurus
Loricatus (20
pulsos). De aquí se desprenden dos datos:
1) Primer
contacto con algo salteño (el dinosaurio)
2) Cumplíamos
5 meses de “amigos”"
(extracto de la opereta "Por el Amor de Mary" que le regalé a Ella el 25/05/2003)
Es principios de 1998. Nada de celulares. Llamé de un teléfono público a un fijo de Mar del Plata. Otras épocas, otros tiempos...
Tres semanas después de esa charla telefónica, la terminaba de enamorar con una nueva carta.
Un mes después, para el Día de los Enamorados, casi la arruino nuevamente con otra carta (como en Navidad, digamos).
Menos mal que aprendí la lección, la corté con las cartas y, un 18 de febrero, a las 13.50 hs, en las esquina de Martín Fierro y Virgilio, con un beso inolvidable, empezamos algo que terminó siendo eterno. O que siempre lo fue... que siempre lo va a ser... en fin, que es eterno. Y gracias, entre tantas cosas, a la llamada del 15 de enero, hace exactamente 21 años.
(la foto es de 4 meses después, un 14/05/98)
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