El 18 de febrero de 2018 cumplimos 20 años de
novios con Mari. Nunca imaginé en aquel momento que sería el último juntos.
Quizás la importancia que le dimos, las cartas, los cartelitos, cómo lo
vivieron Lu y Nico, me lleva a pensar que lo intuíamos. De manera inconsciente,
tal vez. Pero no lo sabíamos. Hoy, 3 años después, es un lindo recuerdo más que
se suma a esa colección de momentos felices que vivimos como pareja y, también,
como familia.
De los cuarenta “18 de febrero” que viví en mi
vida, la mitad –exacta- los pasé con Ella. Aquel día de 1998 teníamos 15 (Ella)
y 17 (yo). En nuestro décimo aniversario de casados (julio de 2014, con 32 y 34)
ya llevábamos más tiempo como pareja que sin serlo. Y creíamos que así seguiría
para siempre… pero no. Ahora todo se invierte. Lo que considerábamos
irreversible ya no lo es; más bien todo lo contrario. Y pensar que soñábamos
envejecer juntos…
¿Qué nos queda de aquel último aniversario de
novios –el 20º- que celebramos juntos por estos lados? Que, a pesar de todos
nuestros errores, todas nuestras fallas, dejamos sembrado el amor en nuestros
hijos. Lo escribo y asoman lágrimas por mis ojos. Releo la carta que ellos nos
dieron hace 3 años y ya no puedo contener el llanto. "Que sigan muchos
años más", nos deseaban. Y sí. Porque, como siempre digo citando
canciones de Abel Pintos, “sé que seguiremos juntos a través del tiempo” porque
es un amor “sin principio ni final”.
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