Anoche vi el video de mi
casamiento por tercera vez desde la partida de Mary. Las dos anteriores lloré
muchísimo. Me angustié. Fueron experiencias realmente catárticas. Pero hacía exactamente
un año que no lo veía; desde el aniversario anterior…
Hace tiempo que quería volver a
verlo pero no solo. Quería verlo con mis hijos. Y ellos, como corresponde,
salían rajando. Se volvió casi un chiste familiar. A esta casa no viene el hombre
de la bolsa, ni el cuco, sino papá con el video de su casamiento. Estos pibes
son dos turros. Pero anoche vi la oportunidad. Compré algunas golosinas que les
gustan, unas papas de esas caras en tubo largo, y les dejé pedir comida para la
cena. Todo bien hice preparando el terreno. Nos juntamos en mi cama a ver la
serie o peli de la noche, como es costumbre, y se encontraron con la notebook
conectada a la tele por el hdmi. “Es una trampa”, casi que dijo Lu. Y al ver
las golosinas y las papas terminaron de darse cuenta. Pero ya era tarde.
Y esta vez reí mucho y lloré
poco. Y les comenté todo el video contando muchas cosas. Recuerdos. O
poniéndole nombres a las caras. O respondiendo sus preguntas, que no fueron
pocas.
Y le pude prestar atención a
otras cosas, como por ejemplo la música. Sí, la música. El momento de la entrada al salón con “Angel”
de Robbie Williams (ya les contaré, si es que no lo hice, cómo llegamos a
decidirnos por ese tema). “Cuando me
siento débil, y mi dolor camina por una calle de una sola dirección,
miro hacia arriba, y sé que siempre seré bendecido con el amor”.
Y, de inmediato, “Amarte así” de Alejandro Lerner, la que habíamos elegido
originalmente. “Amarte así. Así,
hasta morir. Ni la eternidad me alcanza para agradecer que
hoy puedo amarte así”. Y lo novedoso es que, de repente,
identifiqué una melodía. Eran las fotos después del civil y sonaba “Moonlight
shadow”. “Soñará cada mañana ver a
su amor, con la luz del cielo. Será su estrella enamorada y
brillará, con la luz del cielo”. Ángel. Estrella. Amor que me
acompaña e ilumina. Mi tatuaje, mis emojis. Todo eso y más. Por siempre.
9 de Julio de 2019
9 de Julio de 2019
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