Mary:
Es nuestro primer
aniversario de casados sin que estemos juntos. Quizás el primero de
muchos. Pero, en esto de andar haciendo el duelo, el primero golpea
más fuerte. Lo sabemos.
Fueron dos días
intensos, difíciles. Una sucesión de momentos. Hacía bastante que
no lloraba tanto. Hasta reapareció algún llanto angustiado, con la
garganta que se cerraba, lágrimas que brotaban a borbotones, y
gritos desesperados acompañados por golpes a objetos cercanos.
Todavía te sigo llorando, más de lo que pensaba.
La madrugada del 8,
aniversario de nuestro civil, la inicié solo, en casa, con un vaso
de vino y mirando (por segunda vez en estos casi 11 meses) el video
de nuestro casamiento. ¿Sabés que es lo que más me hacía llorar,
de manera incontenible? Tu cara de felicidad... Irradiabas alegría.
Y me venían a unas ganas locas de ir a abrazarte, besarte... o
simplemente acariciar tus mejillas mientras contemplaba, una vez más,
tu sonrisa.
A la noche me fui a
celebrar la vida con unos amigos. Era el cumple de alguien a quien
también se lo celebramos en nuestro casamiento, como bien recordas.
¿Y sabés dónde era? A una cuadra de la estación Devoto... Llegar
caminando me remontó 3 años en el tiempo. No volví a pasar por
allí desde aquella noche del 8 de julio de 2016. Esa fecha fue muy
especial. Era nuestro primer aniversario luego de la peor crisis de
nuestra pareja, tal vez la única. Veníamos de tomar decisiones
laborales complejas y habíamos recibido una dolorosa noticia. En ese
contexto, salimos a cenar para celebrar nuestro aniversario. Recuerdo
con mucha nitidiez que estábamos cenando en “El Vagón”, fuiste
al baño y, al volver, metros antes de llegar a nuestra mesa, te
desvaneciste y caíste al piso. Lo recuerdo y se me aceleran los
latidos del corazón como si estuviera reviviéndolo. A partir de ese
incidente te pusiste en campaña con muchos estudios para saber qué
te había pasado. Seis meses después nos daban el diagnóstico:
cáncer. Ese maldito cáncer que, luego de un año y medio de lucha,
te robó de mis brazos, pero que nunca podrá sacarte de mi alma, de
mi corazón.
Hoy, siendo ya 9, estuve
activo publicando fotos y videos en las redes. Ayer subí algunas por
el aniversario del civil. Hoy posteé imágenes de la misa, la
fiesta, la sesión de fotos... Y dos videos hermosos. Uno bailando,
algo que disfrutabas mucho hacer conmigo pese a que yo era un pésimo
compañero en ese rubro. Y, ahora, en cada baile, te extraño pero sé
que seguís estando... El otro, es un resumen de la felicidad en 12
segundos. Es nuestro brindis al cortar la torta. Nuestras sonrisas,
miradas cómplices, el beso como cierre. Todo. Hermosos videos.
Al mediodía, manejando
en el auto, escuchando la radio, irrumpió un tema, entre tantos, que
inevitablemente me hace pensar en vos, en nosotros: “Juntos” de
Abel Pintos. Y mientras escuchaba “sé que seguiremos juntos a
través del tiempo, que iluminarás por siempre mi mundo...”
quería cantar pero se me entrecortaba la voz, y asomaban lágrimas
sin que pudiera evitarlo.
Finalmente, y después de
haber llevado a Nico a fútbol así como ayer dejé a Lu en los
scout, infaltables actividades de nuestros hijos, me fui a Misa.
¿Dónde? Obvio. Al Perpetuo. Donde creció el amor durante nuestro
noviazgo, donde nos casamos, donde dejamos tus cenizas... Y fue muy
fuerte ver lo mismo que ví en estos días en fotos, en videos, pero
sabiendo que vos no estabas conmigo para revivirlo. La Virgen de
Itatí, la Oración por la Patria, la Virgen del Perpetuo allá
arriba, el crucifijo a un costado, el Sagrado Corazón al otro, las
mismas baldosas, los mismos bancos, yo... pero sin vos.
Mi amor, te sigo
extrañando muchísimo. Sos la mujer que más amé, amo y voy a amar
en mi vida. Crecimos juntos. Pasamos de las buenas, muy buenas y de
las otras, siempre juntos. Sigo sin entender porqué ya no estás, y
nunca lo voy a saber... al menos hasta que nos reencontremos. Acá se
quedaron conmigo estos dos soles que iluminan mi vida, y que son
felices en gran parte gracias a la hermosa pareja que formamos, que
dio un paso muy importante hace exactamente 15 años, y que fue base
de esta hermosa familia que supimos construir, juntos, siempre
juntos. Ahora, de muchísimas maneras, sos mi ángel, mi estrella que
me guía en el camino. Mientras sigo escribiendo, viviendo, este
Diario de Alguien que Espera... ¡¡¡FELIZ ANIVERSARIO!!! TE AMO.
Qué bueno poder compartir la tristeza!!!
ResponderBorrarEl recordar buenos momentos los trae al corazón.
Qué Dios te bendiga mucho!!!
El amor es más fuerte que la muerte... y se encargará de llenar de gozo tu vida.
Gracias por confesar vida y compartir emociones